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Confesiones en la consulta 22: Entrevistando a Don Julio


Hola a todos, soy David Casado Gómez residente de MFYC del Centro de Salud Nuestra Señora de la Oliva en Alcalá de Guadaíra y aquí os traigo, en exclusiva, la entrevista que he realizado a mi tutor, el Dr. Julio Márquez Cera o Don Julio, como lo conocen sus pacientes.

Sevillano y sevillista por los 4 “costaos” lleva ya cerca de 20 años dirigiendo el timón de la consulta 22, la mejor perfumada del centro, nunca falta el ambientador en ella jaja. En este tiempo ha conocido la ciudad y su idiosincrasia y aparte, ha tenido la posibilidad de conocer a sus pacientes, sus familias y la situación que les rodea, siendo capaz de hacerme un genograma en 5 segundos, entre paciente y paciente. En la consulta, nada más entrar el paciente ya ha encontrado, y es algo que en lo que me hace mucho hincapié, el motivo por el cuál el paciente ha venido que ya puede ser preocupación por su enfermedad o porque se ha levantado mal y no ha podido ir a trabajar necesitando la incapacidad para trabajar por ese día.

Una vez hecha está breve presentación vamos con unas preguntas para conocerlo mejor como médico:

¿Por qué quisiste ser Médico? ¿Y por qué Médico de Familia?

La primera pregunta es fácil, desde pequeñito, pequeñito, tenía metido entre ceja y ceja que iba a ser médico sin tener antecedente alguno en casa, pues mi madre era maestra y mi padre era topógrafo. La segunda es más compleja, yo no podía elegir como ustedes cuando acabé. Tras no sacar el MIR, no paraba de salirme trabajo, un día iba a La Algaba, otro día a Osuna y me volvía. Yo me llevaba los apuntes del MIR en mi maletín pero yendo de un lado para otro no podía estudiar como es debido. Antes del 95, podías ejercer sin ser Médico de Familia y luego a través de una prueba, que me resultó muy divertida, pude convalidar, tras superarla, mi experiencia trabajada por el título de Médico de Familia.

¿Qué te ha aportado ser tutor de residentes?

Mucho, es un chorro de savia nueva y una obligación importante, una exigencia. Uno solo, dice no estudio y no pasa nada pero cuando tienes un residente, tienes un compromiso con él. Yo es que esto lo comparo muchas veces con criar a los hijos, tanto azúcar y tanto caramelo no son buenos. Aunque yo vea haya cosas buenas tengo que fijarme en las cosas que no van tan bien. Esto me recuerda mucho a la educación que yo he hecho con mis hijas de pequeñas, pero cuando estamos hablando de educación de adultos, es diferente, yo la llamo “coeducación” , es un feedback, tu das pero sabes también que tienes que recibir. El primer año yo te voy a enseñar pero cuando vengas de “R viejo” tu me tienes que enseñar a mi, me vas a reciclar en cosas que por lo que sea no he estado tan atento y tu estás al día porque tu obligación. Además yo considero que hay unas cosas que se aprenden en los libros y otras no, que son las que trataremos cuando vengas de R mayor.

Desde el primer momento de la residencia, me ha quedado claro que tus mayores intereses son la diabetes y el dolor y varias veces me has hablado de que montaste la primera consulta del dolor en AP. Cuéntanos un poco:

La formación cuando empecé, a diferencia de ustedes, era fuera del horario laboral. Por el interés en el dolor me llevé dos años acudiendo a la consulta de acupuntura de la Unidad del Dolor del Virgen del Rocío por las tardes que coincidió con que estaba terminando un máster de dos años en acupuntura. En este tiempo entablé buena relación con los miembros de este equipo, me familiaricé con el manejo del dolor y de pacientes paliativos y fui a varios cursos con ellos de gente de fuera, muchos de ellos con ponentes muy buenos.

Por este motivo, hablé con los miembros de la Unidad del Dolor acerca de la posibilidad de crear una consulta de acupuntura en AP y les pareció bien, de hecho al proponerlo a la gestión del centro me lo aceptaron pues no suponía coste alguno de recursos y lo hacía fuera de mi jornada laboral. Esto tuvo una relevancia tremenda, cuando me fui de Osuna la gente casi se manifiesta y fueron a hablar con el gerente del hospital para mantener dicho servicio.

¿Qué valores tiene que tener un Médico de Familia?

Los valores son muy relativos, yo te hago a ti la pregunta ¿qué valores tiene que tener una persona? Ser honesto, honrado consigo mismo, no ser un “trapala”. Lo valores que tiene que tener un médico de Familia, no son ni más ni menos los que tenía que tener una persona íntegra.

¿Qué es lo mejor y lo peor de esta especialidad?

Lo mejor y lo más divertido es el cambio de registro cada 5 minutos, que te obliga a tener agilidad mental y reseteando constantemente de un paciente a otro, te viene una diabetes, luego un neumotórax y en medicina hay una cosa muy clara, si no piensas en ello no lo diagnosticas. Lo peor, lo mal que está la primaria, el poco tiempo, los pocos recursos, la exigencia de los gestores, lo registros de determinados parámetros que muchas veces no están en lugares fáciles de acceder, cuando tener buenos registros accesibles te ayuda a ser buen médico.

¿Qué consejos nos das a los futuros Médico de Familia?

Sobre todo que sean honestos, porque estudiar ya saben que tienen que estudiar pero en la honestidad es algo en lo que muchas veces cojeamos y si no eres honesto contigo mismo jamás lo serás con los pacientes.

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