Entrevista a Carmen Jódar Casanova (mi tutora)
Soy Lidia Noguera, residente de primer año de la Unidad Docente de Medicina Familiar y Comunitaria de Sevilla, a continuación os presento a mi tutora Carmen Jódar Casanova en el Centro de Salud Castilleja de la Cuesta (Distrito Sanitario Aljarafe - Sevilla Norte).
Carmen, ¿Por qué estudiaste medicina?
Estudié medicina porque me di cuenta que si no lo hacía no iba a ser completamente feliz. No lo tuve siempre claro, dudaba con otra carrera y realmente no me lo había planteado en serio nunca. Lo decidí cuando ya tenía que matricularme en la universidad. No me equivoque en la decisión, desde luego.
¿La especialidad de medicina familiar y comunitaria fue tu primera opción?
No. No fue mi primera opción, porque tampoco me planteaba una primera opción. Tenía claro que no me gustaban las especialidades de laboratorio porque lo que realmente me gusta es el trato con el paciente, lo demás me daba igual. ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Desde que comencé la residencia hasta ahora, me siento realizada completamente con mi especialidad. Los médicos de Atención Primaria somos un referente para los pacientes y me siento bien al poder ayudarles en sus problemas de salud, e incluso en los cotidianos. ¿Has cumplido tus expectativas personales y profesionales a través de la especialidad?
Yo me siento realizada. Me apena la poca valoración de la Atención Primaria por parte de quienes la gestionan. Desconocen la capacidad de trabajo y las posibilidades que podemos tener. Como dice un compañero mío: “ realmente los especialistas son nuestros ayudantes”. Mi impresión es que nos valoran más nuestros pacientes que nuestros gestores. ¿Qué fue lo que te impulsó a ser tutora de residentes?
Me gusta la docencia. Llevo siendo tutora de estudiantes unos años y ha sido muy buena experiencia. Por otro lado creo que si puedes enseñar algo a los demás, hay que hacerlo. Me encanta mi profesión y eso se transmite, así que tener un residente conmigo es una forma de aprender del uno del otro, y por mi parte si puedo, contagiarle ilusión.