Para que nuestro sistema sanitario funcione, todos tenemos que cuidarlo
Soy Águeda Sánchez Mingorance, R1 de Medicina Familiar y Comunitaria en el centro de salud El Almorrón, de Écija, y a continuación os presento la entrevista realizada a mi tutora, Nuria Fernández Lorenzo, que trabaja en este centro de salud desde hace unos siete años.
¿Por qué estudiaste medicina?
Lo tuve claro desde pequeña. Ha sido vocacional. En mi familia no hay ningún médico, bueno ahora también está estudiando la carrera mi hermano pequeño, pero yo sabía que me quería dedicar a esto.
Y ¿también tenías claro que querías ser Médico de Familia?
Si hubiera podido, habría elegido cardiología, pero después del examen quería trabajar pronto y la verdad es que elegí familia por eso.
¿Crees que los médicos de familia están a veces peor considerados que los especialistas? ¿Por qué crees que puede pasar?
Pues no sé, creo que depende mucho de la población. Quizás porque estamos más accesibles y somos el primer paso, y también los pacientes suelen valorar más a los especialistas hospitalarios porque muchas veces son los que mandan las pruebas complementarias y les dan el diagnóstico final.
Además, al ser nuestra especialidad muy joven, la población todavía no lo asocia con una especialidad y creen que el médico de familia es un médico general, y pueden pensar que estamos menos formados o tenemos menos conocimientos que los especialistas hospitalarios.
¿Cómo crees que podríamos mejorar nuestro sistema sanitario?
Lo más importante es educar a la población, que muchas veces no cuida nada el sistema. Hacen mal uso, acuden a urgencias cuando no es algo urgente o son hiperconsultadores. En nuestro sistema no existen límites para los pacientes, y a veces ellos piensan que solo tienen derechos. Los que sí tenemos límites somos los sanitarios, pero los pacientes forman parte del sistema sanitario y también deben cuidar el sistema para que funcione.
Por supuesto, también es fundamental que aumentemos el tiempo que tenemos en las consultas y podamos dedicarle más a cada paciente.
Y ya para acabar, ¿recomendarías la especialidad?
Si la recomendaría. Es cierto que es muy duro y machacante el pasar consulta. Antes (cuando hice la residencia) la población no era tan exigente ni acudían tanto, y la cosa estaba mejor. Pero al final es muy gratificante el trato con los pacientes, el conocerlos, el seguirlos a lo largo de la enfermedad o los procesos que pasen.
