Rotación Rural: C.S Constantina
El rotatorio rural en Constantina: una de nuestras mejores experiencias durante la residencia.
Escribimos este post para contaros la magnífica experiencia que supuso rotar durante 5 semanas en Constantina.
Durante este tiempo de rotación rural, hemos acudido a pasar consulta de atención primaria a Constantina, con la Dra. Mónica Ripollés, nuestra docente rural; lo que nos ha permitido familiarizarnos con la medicina rural, apreciando la diferencia en la patología, en el trato con los pacientes, en la gestión en general de la consulta. Y aprendiendo de nuestra médica docente tanto en lo clínico como en lo personal y humano del trato, pues además de una buena profesional, es una excelente persona.
La diferencia entre el ámbito rural y urbano en nuestra labor es inmensa, y se nota desde primera hora de la mañana, alejados del ruido del tráfico o de las obras en la calle. En el pueblo puedes levantarte escuchando a las aves, los saludos que se dan los vecinos, la apertura de la panadería en la que ya te saludan como a un vecino más.
En la consulta, los pacientes entran con una sonrisa, pues nos ven como los jóvenes, o mejor dicho, como la “savia nueva” que debe empezar a trabajar por el bien de todos y de la sociedad. Pero, eso por descontado, sin sustituir aún a la doctora Mónica, que mima a todos sus pacientes, ya sea en la consulta o en las visitas a domicilio, donde siempre encontramos cariño y hospitalidad que se quedan cortas con estas palabras.
Además, hemos aprovechado el rotatorio allí para acudir a consulta de Neumología en el HARE, lo que nos ha permitido ponernos al día en la patología más frecuente y completar así nuestra formación en dicha área; adquiriendo mucha información y actualizaciones interesantes para la práctica clínica diaria.
También hemos pasado el programa de Cirugía Menor, pudiendo refrescar el procedimiento de exéresis y sutura, y adquiriendo confianza en el procedimiento.
Pero, sin duda, el cambio más notorio se siente en la noche. El pueblo presenta una alegría tranquila, sin estridencias por sus calles, y con un cielo de estrellas que jamás podríamos ver en Sevilla, por más que lo deseáramos, y que invita a pasear bajo su luz cada una de las noches que pasamos aquí.
En fin y resumiendo, el rotatorio rural ha resultado una estancia formativa muy positiva para nuestra formación, tanto en lo profesional como en lo personal y en Constantina nos hemos encontrado como en casa.
