La clase de médico que quiero ser
Soy Carmen García Ortíz, residente del Centro de Salud Olivar de Quinto. Hoy voy a reflejar la entrevista que realicé con mi tutor, Daniel Benítez Merelo. Siempre que me planteaba cómo quería ejercer mi profesión, tenía presente que no quería perder el punto de vista humano, por ello cuando conocí a Daniel, supe que, gracias a él, podría acercarme cada vez más a mi objetivo. Sin duda es un ejemplo en cuanto al trato con el paciente se refiere, además de como profesional. La autoexigencia, el trabajo diario, y el respeto al paciente, son unos de los muchos valores que me ha transmitido a lo largo de seis meses. Éstas fueron las cuestiones que fuimos planteando:
¿Por qué escogiste la especialidad?
Bueno, en un principio quise escoger Medicina Interna, por el hecho de tener una visión integral del paciente. No me fue posible escoger esa especialidad, pero soy feliz siendo Médico de Familia, ya que también me permite abordar al paciente de una manera general. Sin duda, volvería a escoger Medicina de Familia, me encanta.
¿Cuáles crees que son los aspectos positivos de la especialidad?
Uno de los aspectos positivos de la especialidad es la cercanía con el paciente. Hay una frase que me gusta mucho, y es: “cuando veas un paciente, acuérdate que la enfermedad ya lo está tratando demasiado mal como para que tú también lo hagas”. Cierto que vemos usos de la atención sanitaria inadecuados y abusos por parte de ciertos pacientes, pero tampoco deberíamos olvidar que los sanitarios, algún día, acabaremos siendo pacientes, ya que sólo es cuestión de tiempo. También el hecho de poder conocer su entorno, a su familia, con lo cual, posees una visión global del paciente, ya no sólo centrada en su patología, sino también en lo social.
¿Y los aspectos negativos?
Uno de los aspectos de la especialidad es el tiempo, la gran carga administrativa que presenta. Además, me gustaría destacar como aspecto negativo la dispensarización de tareas. Para mí, un Médico de Familia debe hacer la mayoría de las tareas competenciales en su cupo con su enfermero/a. Es importante potenciar el trabajo en torno a la organización UAF (Unidad de Atención Familiar).
Otro aspecto negativo es la carestía de profesionales, que a mi entender no es un problema de las generaciones nuevas, sino de las condiciones de trabajo, que en ocasiones no son lo suficientemente atractivas, por lo que un elevado porcentaje de residentes , al terminar, ejercen en otros ámbitos asistenciales o directamente, se van fuera de Andalucía y España. Aún así, me encanta mi profesión, pero hace falta dignificar su ejercicio.
¿Crees que las redes sociales podrían ser una herramienta útil para el Médico de Familia?
Las redes sociales son muy útiles siempre y cuando se les dé un uso correcto. Pueden ser una gran herramienta para ejercer una actividad preventiva, por lo que con ello también conseguiríamos disminuir la carga asistencial, manteniendo el contacto directo con el paciente.
¿Qué conclusiones sacas de tu actividad como tutor?
Sin duda es uno de los aspectos que hace que me sienta realizado. Sin embargo, creo que es necesario reconocer más la figura del tutor dentro de la institución. Además, no dispone del tiempo necesario para tutorizar de forma digna al residente. En definitiva, me encanta tutorizar a residentes, me dais vida, ilusión.
Es complicado condensar en una sola entrevista la cantidad de temas que hemos debatido, ya que todos los días surgía alguna conversación en la que desgranábamos aquellos aspectos criticables de la profesión, para evitarlos en la medida de lo posible en el futuro. Ello me ha permitido desarrollar un pensamiento crítico, que unido a la enorme capacidad docente de mi tutor, me ha ayudado a crecer como médico, aunque aún me quede mucho camino por recorrer. Además, me ha transmitido la importancia de reciclarme periódicamente, adaptándome a los avances de la medicina, mejorando así la calidad de la asistencia que pueda proporcionar.
Gracias, Daniel, por ayudarme a parecerme a la clase de médico que quiero ser.